Sumario
Los nuevos radares anti-ruido: una oportunidad para los coches eléctricos
A partir de 2025, en Francia, nuevos radares «Hydre» rastrearán los vehículos que emitan más de 85 decibeles en un radio de 15 metros. Estos radares, equipados con ocho micrófonos y dos cámaras, impondrán una multa de 135 euros (reducida a 90 euros bajo ciertas condiciones) a los infractores. Esto afecta particularmente a los dueños de vehículos con tubos de escape modificados. Una directiva que podría favorecer a los propietarios de coches eléctricos, aunque la mayoría de los coches térmicos no estarán en riesgo frente a este radar anti-ruido. Por lo tanto, se puede imaginar que este dispositivo tendrá muy poco impacto en el mercado de los coches eléctricos.
Los coches eléctricos: grandes ganadores
Los conductores de coches eléctricos, por su parte, no tienen nada que temer de esta nueva normativa. Gracias a la ausencia de motor térmico y de sistema de escape, estos vehículos producen entre 50 y 60 decibeles en uso, por lo tanto, muy por debajo del umbral de 85 decibeles. Este «silencio inquietante» se convierte entonces en una ventaja en este contexto de mayor vigilancia sonora.
Fuentes de ruido mínimo
Los únicos ruidos de los coches eléctricos provienen del rodamiento de los neumáticos y del sistema AVAS (Sistema de Alerta Acústica de Vehículos), que emite un sonido a baja velocidad para advertir a los peatones. A excepción de algunos modelos especiales como el Hyundai Ioniq 5 N, capaz de simular sonidos de motor térmico, la mayoría de los coches eléctricos se mantiene muy por debajo de los umbrales de sanción.