Los constructores frente a la realidad del mercado
Perturbaciones en el sector del coche eléctrico
Los constructores están en ebullición. A pesar de sus considerables inversiones en todo eléctrico, las ventas no progresan tan rápidamente como se esperaba, llevando a ingresos más bajos.
Las normas ambientales impuestas por la Unión Europea agregan una presión adicional. Algunos fabricantes ya están dando la voz de alarma y contemplan una marcha atrás. Habían anunciado ambiciones elevadas, como la venta exclusiva de vehículos eléctricos para 2026 o 2030.
Sin embargo, los objetivos ahora parecen utópicos, especialmente con la prohibición de ventas de coches térmicos e híbridos nuevos en 2035, dentro de la Unión Europea. Una cláusula de revisión está prevista para 2026, pero es poco probable que esto conlleve cambios significativos.
Objetivos ambientales y realidades económicas
Para alcanzar los objetivos ambientales de Europa, la transición a lo eléctrico es inevitable.
A partir de enero de 2025, se exigirá una reducción de emisiones de CO2 a 81g/km, con un objetivo de 50g/km en 2030. Los constructores deben entonces aumentar la parte de ventas de vehículos eléctricos para evitar fuertes multas basadas en las emisiones promedio de CO2. El riesgo financiero es alto, con penalidades potenciales de miles de millones de euros.
El desafío de las ventas de vehículos eléctricos
A pesar de sus esfuerzos, las ventas de vehículos eléctricos no responden a las expectativas. El precio sigue siendo un obstáculo mayor, y las subvenciones disminuyen progresivamente. Por ejemplo, en Alemania, han desaparecido. En Francia, ahora se limitan a los modelos europeos de costo moderado. Los analistas estiman que alrededor del 25% de las ventas de vehículos deberán ser eléctricos para evitar las multas en 2025, un objetivo aún lejano para muchos constructores como Renault y Peugeot.
Estrategias de los grandes constructores europeos
El grupo Volkswagen toma medidas drásticas. La empresa ha retrasado la llegada de modelos eléctricos más asequibles y suspendido la producción de ciertos modelos. Audi, por su parte, sigue anunciando una gama 100% eléctrica para 2033, mientras admite que la demanda será principalmente de híbridos recargables durante la transición. Porsche también prevé una transición más lenta hacia lo eléctrico.
Las estrategias de los constructores franceses
Renault y Stellantis apuestan por la reducción de costos. Luca De Meo, CEO de Renault, insiste en que para democratizar el coche eléctrico, los precios deben bajar. Renault ajusta así su estrategia hasta 2026, mientras sostiene que la industria europea no debe cambiar de rumbo bruscamente. En Stellantis, Carlos Tavares comparte una visión similar, con una mayor flexibilidad gracias a plataformas multi-energía.
Situación en Estados Unidos y China
En Estados Unidos, la situación no es mucho mejor. General Motors probablemente admitirá no alcanzar sus objetivos de producción de vehículos eléctricos para 2025. Ford también ha revisado sus previsiones en Europa, decidiendo prolongar la venta de modelos térmicos mientras la regulación lo permita.
En cambio, China sigue dominando el mercado eléctrico. En 2023, el 69% de los vehículos eléctricos vendidos a nivel global se vendieron en China. Los vehículos eléctricos son más asequibles, a menudo más baratos que sus equivalentes térmicos, gracias a una política de subvenciones generosa del gobierno chino.
Conclusión
A pesar de las dificultades encontradas, la transición hacia una movilidad de cero emisiones continúa avanzando. Los constructores ajustan sus estrategias para adaptarse a las realidades del mercado, con maniobras a veces complejas para alinear sus objetivos económicos con las exigencias ambientales. El camino hacia lo eléctrico será largo y lleno de obstáculos, pero es inevitable.